Miedo a la paz

16.03.2017

Nunca pensé que fuera a añorar tanto las lentejas de mi madre.

Hacia cerca de dos años que me había ido al extranjero a servir al país. Seguramente estaréis pensando que esta es la última voluntad de un soldado moribundo tendido en el campo de batalla; un plato de lentejas.

Aunque si me las ofrecieran no las rechazaría.

Escribo esto desde mi litera, seguramente sean las tres de la mañana y no puedo dormir.

Acaban de firmar la paz, vamos a volver a casa. Y a pesar de todo no puedo dormir tranquilo. Tengo mucho en lo que pensar.

Podría decir que he visto morir a mucha gente, que todo lo que he visto me ha marcado, y no estaría mintiendo, pero eso no es lo que me quita el sueño. La gente que he matado permanece en mi mente, imborrables e impasibles. Ya me he acostumbrado a su tortuosa mirada. Compañeros de guerra caídos, enemigos, inocentes. Rostros blanquecinos en mi mente.

Y aun así, con todas esas muertes sobre mis hombros, lo que me quita el sueño es el miedo a el mundo fuera del campo de batalla.

Me da miedo la paz.

Irónico, ¿cierto?

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar